No hace mucho tiempo, escuche esta conversación entre unas amigas: «Yo soy buena persona y me tratan mal, no entiendo por qué intento hacer el bien y las cosas “correctas” y no recibo más que “palos”. Me tratan como si fuera basura siendo que siemrpre estoy ahi para todo el mundo.
Es algo mucho más común de lo que parecer sí, puede crear cierta importancia. Ya no es solo dar sin recibir, es dar y recibir cosas negativas. Pero recuerda algo: Solo tú tienes el poder de decidir cómo sentirte ante una ofensa.
No puedes hacerte responsables de sus palabras pero si de lo que tu hagas con esas palabras después.
Más aún, cuando esa persona es la que está librando una batalla consigo misma. Tú, solo has sido el primer “saco de boxeo” que ha encontrado por su paso. Si te haces su saco de boxeo continuo, seguirá hasta que no quede nada y vaya por otra víctima.
Recuerda siempre algo:
La gente feliz quiere que todo el mundo de su alrededor también lo sea.
NUNCA, bajo ningún concepto, debes tolerar una falta de respeto ni ningún tipo de violencia.
No hace falta dar un puñetazo para hacer daño de verdad. Hay personas expertas en dar golpes “psicológicos”. Y lo hacen donde más duele.
Es momento de hacerte respetar. Es momento de plantarte y decir : soy buena persona pero no me toques la tecla equivocada. Es momento de quererte a ti mismo/a.
No importa que sea tu mejor amigo, la vecina del quinto o incluso un familiar: tienes el derecho y la obligación de defenderte. Eso es, ni más ni menos que una forma de amarte y mostrarte respeto.
No hay mayor desprecio que no hacer aprecio
Me gusta esta frase. Es una frase que lo dice todo en cuanto a violencia. No es necesario pasar la tarde discutiendo o defendiendo tu opinión (que no quiere decir que tengas que hacer algo que realmente no quieres). Si sabes que la otra persona no va a ceder y lo que realmente está buscando es desahogase contigo: no le des ese placer. Cada uno es responsable de su propia vida y no tienes que convertirte en salvador de nadie.
Menos aún, cuando te están maltratando.
No malgastes tu energía.
¿Eso significa que no debes ayudar?
¡Para nada! Pero ayuda a quien esté preparado para ello. Si no lo está, todavía tiene algo que aprender solito.
La mamá de Juan tiene razón, pero no lo aplica.
- Mamá, Juan, me ha dicho tonto.
- ¿Eres tonto Juan? No mamá.
- ¿Entonces porque te importa?
Si sois padres seguro que esta conversación os suena. A veces damos consejo a nuestros hijos sin aplicarlos nosotros mismos.
Lo que otra persona diga de ti, no define quien eres. Es vital que sepas racionalizar y ser consciente de que esas palabras vienen de alguien que no está en su mejor momento o que está en plena batalla personal. Porque (me repito) quien es feliz no tiene la necesidad de tratar mal o criticar a nadie.
Así que, si alguien te está tratando mal, analiza la situación. Pon una barrera mental ante ella (y si puede ser física también). No tienes por qué aguantar un mal trato de nadie.
No es huir, es quererse.
Así que si alguien (o tú mismo) te pregunta: yo soy buena persona, me tratan mal y no lo entiendo.
Responde sin miedo: Es hora de empezar a tratarte bien a ti mismo
