Duele. Es el mayor vínculo que un ser humano puede tener. Es mamá y sanar mamá no es fácil, porque tu eres la niña@. Tu eres quien debe estar protegido por ella, tu eres quien debe estar bajo su cobijo.
Pero no siempre es así, y mamá a veces, aun haciéndolo lo mejor que sabe, no lo hace bien.
- Mamá grita.
- Mamá ofende.
- Mamá hace daño.
Y no hablo de gritos de la infancia cuando de pequeño, rompes la lámpara de al lado del sofá. Hablo de gritos, chantajes y humillaciones cuando eres tú, quien viene de recoger a tus hijos del colegio y va a ver a mamá.
Una mamá enfadada que se queja de estar totalmente abandonada.
- Sanar a mamá duele.
- Sanar a mamá no es fácil.
- Sanar a mamá no es tu responsabilidad.
¿Cómo sanar a mamá?
Soñamos con esa relación madre-hij@ en la que le contamos todo, en la que no solo es tu apoyo, sino tu pilar. Es quien te ayuda a levantar, quien te entiende, quien te apoya.
Pero esto, como todo, es el plano idílico de la relación y pocas veces es así.
Porque mamá, lleva a tras sus cargas, sus miedos, su linaje (que es el tuyo). Mamá puede llevar un peso muy grande a sus espaldas y no siempre es fácil de sostener.
¿Es su culpa?
No. En este juego de la vida no hay culpables.
¿Tienes que soportar humillaciones, vejaciones o malos tratos?
No. En este juego de la vida, no hemos venido a vivir eso (ni por tu madre, ni por nadie)
Siento decirte: mamá a veces, no quiere ser salvada
Lo siento, no has venido a este mundo a ser salvador. Y más aún cuando esa persona no quiere ser salvada.
Puedes darle tu amor, tu apoyo, tu brazo, tu aliento. Puedes darle todo, pero si no está dispuesta a recibirlo. Si lo intentas y sigue doliendo…Quizás haya que dejarla ir.
Quizás así, sea consciente de lo que pierde si se aleja, de lo que pierde si no se quiere salvar a ella misma.
La niña a la que tu madre sigue diciéndole que no sabe hacer de comer o qué debería hacerse la cama, sigue habitando dentro de ti, pero ya no es tu. Tu eres la versión adulta, aquella que ahora se encarga de esa niña.
Quizás mamá siga con patrones antiguos, con patrones que puede haber heredado de tu abuelo o de más atrás, pero eso no significa que tu debas seguir con ellos. Ellas pueden habitar en ti, pero no son tuyas.
No se trata de culpar, entiendela, amala, con sus sombras y luces. Pero recuerda que eso no significa que debas permitir que te dañe: establece límites sanos y con amor.
Si ahora tu eres la mamá, tienes aún más excusas para liberarte del pasado, de ese linaje y sanar. Sanar tu para sanar a tus hijos y a todas las generaciones futuras. Y no, no va a ser fácil, va a doler, va a costar pero a medida que sueltes, de alguna manera, también liberarás a todo tu pasado.
¿Y qué pasa después?
Te has dado cuenta de que no puedes sanar a mamá.No puedes sanar a nadie que no quería ser sanado. No puedes ni es tu responsabilidad.
Ahora pueden surgir dos caminos.
Si mamá sigue aferrándose al pasado, sigue sin dejar el solar. Pero, por el contrario, no permitiremos que todo eso nos afecte hoy, el dejar ir…Será inevitable. Es entonces cuando empezará un camino de duelo.
En el mejor de los casos, mamá asumirá los errores y querrá sanar. Entonces es cuando tu, podrás darle su apoyo (que no salvarle). Podrás darle esa mano donde apoyarse cuando sienta que no puede seguir.
Sin embargo, ni lo uno ni lo otro, es tu responsabilidad.