Una duda frecuente que aún. A día de hoy, muchas personas tienen ¿Es malo querer estar solo? ¿Es malo querer tener momentos solo para ni? Pues no solo NO es malo, es necesario tanto si eres altamente sensible como si no.
Y es que, cuando te acostumbras a estar solo, descubres un mundo interior que rara vez se revela cuando estás inmerso en la compañía constante de otros. Esa soledad consciente puede ser una experiencia profundamente enriquecedora. Es el momento en el que puedes explorar tus pensamientos más profundos, conocer tus deseos más secretos y aprender a disfrutar de tu propia compañía. Pero, a veces, la sociedad tiende a malinterpretar esta necesidad de soledad.
Cuando una persona dice «Quiero estar sola», se levantan las alarmas:
- ¿Le pasa algo?
- Es un bicho raro
- Se “automargina”
- Y un largo etcétera
Elegir estar solo no debería ser motivo de preocupación ni de malentendidos. No es un grito de desesperación ni una señal de que algo anda mal. En realidad, es una afirmación de independencia, una declaración de que valora su tiempo a solas tanto como valora sus relaciones con los demás. En su casa, dando un paseo por la playa o simplemente disfrutar de su presencia en cualquier lugar. Ese espacio sagrado donde se reconecta consigo misma.
Donde aprender a conocerse, a saber quién es y lo que quiere (no lo que quieren los demás)
A veces, la sociedad tiende a estigmatizar a aquellos que expresan su deseo de estar solos. Pueden tacharlos de egoístas o insensibles, cuando en realidad, querer estar solo es una necesidad humana fundamental. No es una enfermedad, sino una forma de autocuidado. No significa que estén desconectados de sus seres queridos o que no valoren sus relaciones; simplemente significa que también valoran su tiempo y espacio personal.
Incluso cuando alguien está enamorado profundamente, puede haber momentos en los que anhela estar solo. Esto no disminuye su amor ni su compromiso con la relación, sino que es un recordatorio de que también deben cuidar su bienestar individual. Amar a alguien no implica renunciar a tu autonomía. De hecho, las parejas sanas con relaciones duraderas son aquellas que no solo pasan momentos justos, sin también momentos a solas. De lo contrario, puede surgir la necesidad de no ser nada sin el otro, de sentirse incompleto si esa persona.
¡Se llama dependencia emocional!
Cuando alguien dice: «Quiero estar solo», es una declaración de que necesita tiempo para recargarse, reflexionar y encontrar equilibrio en su vida. No significa que se sienta sola en el sentido de la desconexión emocional, sino que busca un espacio tranquilo para explorar sus pensamientos y emociones de manera más profunda.
¿Querer estar solo o estar solo?
En ocasiones podemos sentirnos solos, aun cuando no queremos. Ya sea porque nadie parece entendernos (algo que hay que valorar) o porque, en efecto, sea pro lo que sea, nadie quiere nuestra compañía. Esto no es lo mismo que querer estar solo por elección, por satisfacción:
Sentirse solo:
Este sentimiento surge cuando alguien experimenta una sensación de aislamiento emocional o social. Puede ocurrir incluso cuando está rodeado de otras personas, ya que se relaciona más con la falta de conexión significativa o la sensación de que nadie comprende sus emociones o pensamientos.
Puede ser un estado emocional negativo y, en muchos casos, doloroso. Las personas que se sienten solas pueden experimentar tristeza, ansiedad o vacío emocional.
La soledad emocional a menudo se asocia con un deseo profundo de conexión y compañía, pero la persona puede tener dificultades para encontrarla.
Querer estar solo:
Esto implica un deseo consciente y positivo de pasar tiempo a solas. La persona que quiere estar sola busca un espacio tranquilo y privado para diversas actividades o simplemente para descansar y recargar energías.
No necesariamente implica sentirse solo o deprimido. Puede ser una elección consciente y saludable para el autocuidado, la reflexión, la concentración o simplemente para disfrutar de la propia compañía.
Quienes quieren estar solos a menudo encuentran satisfacción en actividades solitarias, como la lectura, la meditación, la escritura o el disfrute de la tranquilidad y la paz que brinda la soledad.
Me siento sola, pero no quiero estar con nadie
Otro de lso clásicos por excelencia. Sentirse solo, y querer seguir estando asi. Este sentimiento es completamente válido y puede tener diversas razones y significados. Aquí hay algunas posibles explicaciones:
A veces, cuando nos sentimos abrumados o estresados, necesitamos tiempo a solas para recargarnos emocionalmente. Estar sola puede ofrecerte la oportunidad de relajarte, reflexionar y recuperar energías.
La soledad puede ser un espacio propicio para explorar tus pensamientos, emociones y metas personales. Muchas personas encuentran claridad y autodescubrimiento cuando están solas.
Tu deseo de estar sola puede indicar que te sientes emocionalmente independiente y capaz de enfrentar tus propios desafíos sin depender de la compañía de otros.
Puede ser que hayas tenido interacciones sociales intensas o desafiantes recientemente y necesites espacio para procesar tus sentimientos antes de volver a conectarte con los demás.
A veces, las personas pueden alejarse de las interacciones sociales debido a experiencias previas de rechazo, heridas emocionales o relaciones difíciles. Esta puede ser una forma de protegerte emocionalmente.
La soledad elegida: buena y sana
La soledad elegida, pro tanto, NO es nada malo. De hecho, se han hecho varios estudios sobre sus beneficios desde hace años:
Un estudio publicado en la revista «Personality and Social Psychology Bulletin» en 2017 encontró que el tiempo a solas puede mejorar la creatividad. Las personas que disfrutan de la soledad a menudo tienen la oportunidad de explorar nuevas ideas y perspectivas sin distracciones externas.
La soledad puede proporcionar un espacio propicio para la introspección y el autoanálisis. Investigaciones, como las realizadas por el psicólogo Timothy Wilson, sugieren que la introspección en la soledad puede ayudar a las personas a comprender mejor sus pensamientos, emociones y objetivos personales.
Puede ser un antídoto eficaz contra el estrés. Un estudio publicado en «Psychological Science« en 2011 encontró que el tiempo a solas después de una experiencia estresante puede ayudar a las personas a recuperarse emocionalmente y reducir los niveles de cortisol, una hormona del estrés.
La soledad puede promover el crecimiento personal. Un estudio de la Universidad de Buffalo, publicado en 2020 en «Personality and Social Psychology Bulletin», encontró que las personas que disfrutan del tiempo a solas a menudo experimentan un mayor crecimiento personal y una mayor satisfacción con la vida.
Todos estudios subrayan que la soledad no debe ser vista necesariamente como algo negativo, sino como una oportunidad para el autodescubrimiento, la creatividad y el crecimiento personal. Sin embargo, es importante mencionar que la soledad crónica o no deseada puede tener efectos negativos en la salud mental, por lo que encontrar un equilibrio entre la soledad y la interacción social es fundamental para el bienestar. ¡ No olvidemos que somos seres sociales y las relaciones una manera de evolucionar como pocas hay!
