sólidos platónicos

¿Qué son los sólidos platónicos?

Los sólidos platónicos son cinco formas geométricas tridimensionales que cumplen ciertos criterios específicos. Estas formas son:

  1. Tetraedro: Se compone de cuatro caras triangulares equiláteras.
  2. Cubo: Tiene seis caras cuadradas iguales.
  3. Octaedro: Está formado por ocho triángulos equiláteros.
  4. Dodecaedro: Consta de doce pentágonos regulares.
  5. Icosaedro: Posee veinte caras triangulares equiláteras.

Cada uno de estos sólidos platónicos tiene características distintivas y propiedades únicas que los diferencian entre sí, lo cual los convierte en elementos fundamentales dentro de la Geometría Sagrada.

Estos sólidos son utilizados en múltiples ámbitos desde hace millones de años. En terapias alternativas, se utilizan para facilitar el flujo energético y generar armonía en el cuerpo, promoviendo el bienestar físico, emocional y espiritual. Además, los sólidos platónicos también son empleados en el diseño arquitectónico, el arte y la ornamentación debido a su belleza visual.

Historia de los sólidos platónicos

La historia de los sólidos platónicos se remonta a la antigua Grecia y su nombre se debe al filósofo griego Platón, quien fue uno de los primeros en estudiar sus propiedades matemáticas. Platón creía que estos sólidos eran fundamentales para comprender la naturaleza del universo y su relación con la divinidad.

Pero su verdadera historia va muchos más allá. Los sólidos platónicos han sido utilizados desde tiempos antiguos por diversas culturas y civilizaciones, como los egipcios. En estas culturas, estas formas geométricas eran consideradas sagradas y se creía que encerraban secretos profundos sobre la naturaleza de la realidad.

Estas formas geométricas también tuvieron una gran influencia en el pensamiento matemático a lo largo de los años. Las propiedades únicas de los sólidos platónicos fueron estudiadas y exploradas por muchos matemáticos famosos, como Euclides y Kepler.

Además, estos sólidos también han sido representados en diferentes formas artísticas a lo largo de la historia. Se pueden encontrar ejemplos de los sólidos platónicos en la arquitectura antigua, esculturas y pinturas.

Usos de los sólidos platónicos

Los sólidos platónicos tienen una amplia variedad de usos en diferentes ámbitos, desde la meditación y la terapia hasta el diseño arquitectónico y el arte.

Meditación y armonización de los chakras

Una de las aplicaciones de los sólidos platónicos es en la meditación y la armonización de los chakras. Cada uno de estos sólidos está asociado con un chakra específico y se cree que su visualización o uso físico puede ayudar a equilibrar o activar dichos centros energéticos. Por ejemplo, el tetraedro se asocia con el chakra del corazón y se utiliza para trabajar en el amor propio y las relaciones, mientras que el icosaedro está relacionado con el chakra de la garganta y se utiliza para mejorar la comunicación.

Terapias alternativas

Además de la meditación, los sólidos platónicos también son utilizados en terapias alternativas como el Reiki o la terapia de cristales. Se pueden colocar sobre el cuerpo del paciente durante una sesión para facilitar el flujo energético, generar armonía y promover el bienestar físico, emocional y espiritual.

Diseño arquitectónico, arte y ornamentación

Fuera del ámbito terapéutico, los sólidos platónicos han sido utilizados tanto en construcciones sagradas como templos o catedrales, como también en la creación de esculturas y pinturas. Cuando te pones a mirara “con otros” ojos esa antigua iglesia de la ciudad, ves que todo es geometría sagrada.

Cada uno de estos sólidos, el tetraedro, el cubo, el octaedro, el dodecaedro y el icosaedro, posee propiedades únicas y distintivas y todos tienen una larga historia dentro de la Geometría Sagrada debido a sus propiedades y su conexión la esencia del ser.

León-Río, B. (2017). El arte como nueva consciencia terapéutica: el símbolo como armonizador de nuestra unidad físico-espiritual. Medicina naturista, Vol. 11 (N. 2), 69-79.

Lawlor, R., & Ripoll, M. J. G. (1996). Geometría sagrada. Editorial Debate.

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