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La supraconsciencia: ¿Qué es exactamente todo esto? (Entenderlo no es fácil)

supraconsciencia

¿Todavía piensas que somos carne y huesos? Pues cada vez hay menos personas que piensan así. Y realmente no es algo nuevo. El término de supraconsciencia es un estado del ser. Un estado de conciencia superior que está por encima de los niveles de conciencia que tienes ahora mismo leyendo esto y claro está, del subconsciente.

Es un estado donde, realmente, SOMOS. En este estado la mente está en una forma avanzada de conocimiento y funcionamiento. La perfección de quienes somos se amplía mucho más allá de lo que podemos llegar a pensar.

No solo es un concepto recogido en tradiciones espirituales de todo el mundo, hoy, también es un concepto muy citado en la psicología. Su objetivo es el de integrar todos los aspectos inconscientes de la mente, llevándolos a una forma de conocimiento que nos muestra la divinidad que somos en verdad.

¿La supraconciencia existe?

¿Existe la belleza ¿Existe el amor? ¿Los ves físicamente hablando?... Sí. Según expertos en psicóloga y según algunas teorías de la propia consciencia, la supraconciencia es un estado real que puede alcanzarse. Aunque como todo, la definición cambia mucho si lo dice la ciencia ortodoxa o más cartesiana a si lo dice la psicología transpersonal, la conductista o el vecino José…

Ciertos estudios sugieren que es posible experimentar un estado de supraconciencia mediante la meditación o mediante estados alterados de conciencia.

Dentro de la psicología transpersonal tenemos a personajes como Abraham Maslow (conocido por su pirámide de las necesidades) y Ken Wilber.

Ellos, ya han explorado estos estados elevados de conciencia como parte del desarrollo humano. Maslow, por ejemplo, sugirió que la autorrealización y el desarrollo de la «experiencia cumbre» son formas de acceso a la supraconciencia, donde el individuo se conecta con un sentido más profundo de ser.

Pero no son desde luego los únicos… Desde Jung al reciente Doctor Sans Segarra, que está llevando a cabo un estudio donde se puede decir, que la supraconciencia es más que habladurías de gurús. Algo que antiguas civilizaciones como la egipcia (o incluso más hacia atrás) dijeron hace milenios.

¿Cómo llegar a la supraconsciencia?

No hay un botón. No hay una forma que sirva para todos. El autoconocimiento va a ser la clave para ellos. Sin embargo, su que existen algunas prácticas que, cuanto menos, ayudan en el proceso.

  1. Meditación: La meditación es una de las vías más conocidas para alcanzar estados de supraconciencia. Técnicas como la meditación trascendental, la meditación zen, o la meditación vipassana permiten a los individuos liberar la mente del ruido y del caos, y acceder a niveles más profundos de conciencia.
  2. Mindfulness (Atención plena): Practicar mindfulness permite estar completamente presentes en el momento, lo que facilita la conexión con el yo superior y, en última instancia, con la supraconsciencia.
  3. Visualización: No es necesario drogarse para ir de viaje. Técnicas de visualización guiada o introspectiva pueden usarse para acceder a estos estados. Estados donde la mente se libera de las limitaciones de la conciencia y se abre a nuevas percepciones. Ah, y no tienes que ser un gurú, ni un maestro, ni irte al Tíbet. ¿Eres humano? Entonces tienes lo necesario.
  4. Terapias de integración psicológica: En algunos enfoques, como la psicología transpersonal, los terapeutas ayudan a los individuos a integrar experiencias inconscientes o reprimidas, lo que puede llevar a esa expansión de la conciencia.
  5. Estudio de la filosofía espiritual: En occidente necesitamos de esta para salir de este caos que nos hemos montado solos. Filosofías como el budismo, el hinduismo y el taoísmo enseñan prácticas espirituales y filosóficas que, cuando se practican con disciplina, pueden conducir a un acceso a la supraconsciencia. Al final, este acceso no es otra cosa que conocerse y aprender que somos más de lo que vemos.

Ejemplos de supraconsciencia en la vida

Aunque el término supraconsciencia puede sonar raro, se pueden observar ejemplos en la vida diaria de personas que parecen operar desde un estado de conciencia elevado:

  • Creatividad ¿Alguna vez estabas haciendo algo y la noción del tiempo se perdió? Era tal el disfrute de lo que hacías, que no había limitaciones, que todo se podía conseguir. Ahí está. Los momentos de creatividad extrema o inspiración que parecen surgir de la nada son ejemplos de estados en los que la supraconsciencia podría estar operando
  • Experiencias de «fluir»: En el ámbito del deporte o las artes, cuando las personas experimentan un estado de flujo, se sienten completamente inmersas en la actividad, se podría estar accediendo a un nivel de supraconsciencia.
  • Estados de éxtasis espiritual: Experiencias como las experiencias cumbre descritas por Maslow o las visiones espirituales en diversas tradiciones religiosas también son un claro ejemplo de la supraconsciencia.

De cualquier manera, el mejor ejemplo, es el que puedas tener tú. No hay reglas en todo esto.

¿Qué función cumple la supraconsciencia?

La supraconsciencia tiene como propósito ayudar a conectar con una parte más profunda de sí mismos. Con nuestra parte divina y espiritual. Sirve para:

  • Ver el mundo a través de la inocencia de un niño. Ver la realidad desde una perspectiva más amplia, algo que facilita la resolución de problemas y la toma de decisiones más alineadas con los valores internos.
  • Ayuda a las personas a integrar sus partes inconscientes, lo que conduce a una mayor coherencia interna y autenticidad.
  • En el ámbito espiritual puede facilitar la conexión con lo divino o con una conciencia universal. Llámalo Dios, llámalo energía.

La supraconsciencia es un estado avanzado de conciencia que permite a los seres humanos acceder a un nivel de conocimiento profundo y trascendental. Aunque es un concepto ampliamente discutido en la psicología transpersonal y las filosofías orientales, también ha encontrado su lugar en el estudio académico y la práctica cotidiana.

Hoy está teniendo la relevancia que nunca debería haber perdido. Hoy, cuando las tasas de suicidios y de adicciones son las más altas de la hoy. Hoy cuando tenemos todo, pero nos sentimos más vacíos que nunca. Hoy, se está abriendo de nuevo la puerta al verdadero sentido de quienes somos.

  • Maslow, A. H. (1969). The farther reaches of human nature. Viking Press.
  • Wilber, K. (2000). A theory of everything: An integral vision for business, politics, science, and spirituality. Shambhala Publications.
  • Grof, S. (2000). The holotropic mind: The three levels of human consciousness and how they shape our lives. HarperCollins.