La conciencia universal puede definirse como la mente creadora. Se refiere a la idea de que hay una mente cósmica o universal que subyace en todo el universo y que todo lo que existe está conectado a través de esta mente. Esta mente cósmica se considera la fuente de la inteligencia y la creatividad en el universo, y se cree que influye en todos los aspectos de la realidad.
Se trata de un concepto que emana de corrientes filosóficas, espirituales y también científicas. Este concepto se relaciona con la fuente de la vida, de lo que es. No es necesario aludir al término Dios si sigues enlazando con la religión.

¿Somos conscientes del universo?
Una de las ideas más profundas y transformadoras es la noción de que todos nosotros, como seres humanos, somos la expresión individualizada de la conciencia universal. Según esta perspectiva, cada uno de nosotros es una manifestación única de la Conciencia Universal, experimentando la vida desde nuestra propia perspectiva. Esta idea lleva a la noción de que cada uno de nosotros tiene un propósito y una contribución únicos en el universo.
Imagina que ese Dios o esa mente universal es un todo. Pues bien, se podría decir que cada planeta es una especie de órgano de ese Dios y cada uno de nosotros, somos como las células de ese órgano. Somos entonces, parte del propio Dios
La Conciencia Divina Manifestada es la idea de que la Conciencia Universal se manifiesta de manera tangible en el mundo que experimentamos. En muchas tradiciones espirituales, se cree que Dios o la conciencia universal se revela a través de la naturaleza, la conciencia humana y los eventos de la vida. Esta manifestación divina se puede experimentar a través de la contemplación, la meditación y la conexión con la realidad en su totalidad.
SER un TODO CON EL UNO
Así pues, la Supraconciencia es una forma de conciencia que va más allá de la mente individual y se conecta con la conciencia universal. Se cree que a través de prácticas espirituales y de autodescubrimiento, las personas pueden alcanzar este estado de supraconciencia y experimentar una profunda conexión con el universo.
Heidelberg y Hegel: Su aportación al concepto de consciencia universal
Hegel propuso una visión de la historia como un proceso dialéctico en el que la conciencia humana evoluciona hacia una comprensión más profunda de sí misma y de la realidad. Sus ideas influyeron en la forma en que entendemos la evolución de la conciencia a lo largo de la historia.
Fue en la Universidad de Heidelberg en Alemania donde Georg Wilhelm Friedrich Hegel enseñó y desarrolló gran parte de su filosofía. Hegel es conocido por su enfoque en la dialéctica y su idea de que la historia es un proceso en el que la conciencia humana se desarrolla a través de la confrontación de opuestos. Fue destacado por ello y su trabajo influyó en cómo comprendemos el papel de la humanidad en el universo.
¿Qué relación tiene la divina conciencia con la conciencia universal?
La Divina Conciencia es un concepto que abarca la idea de que la Conciencia Universal es, en última instancia, divina en su naturaleza. Se refiere a la creencia de que esa conciencia es sagrada y que todo en el universo está incluido de esta divinidad.
Una perspectiva preciosa que impulsa a muchas personas a buscar una conexión más profunda con la Conciencia Universal a través de la espiritualidad. Ese resurgir de la espiritualidad que estamos viviendo en plena Era de Acuario. ¡Nada es casualidad!
Según las corrientes espirituales actuales estamos entrando en una nueva era en la que la conciencia colectiva de la humanidad se elevará, y se producirá una mayor conexión con esa Conciencia Universal.
Universo cuántico y conciencia universal ¿Qué dice la ciencia?
Hoy por hoy, los los científicos simplemente no tienen una teoría unificada de lo que es la conciencia(y menos de la universal)
La física cuántica viene para cambiarlo todo. Esta física ha planteado preguntas intrigantes sobre la relación entre el universo, la conciencia y la realidad. Algunos argumentan que la naturaleza cuántica del universo está vinculada de alguna manera a la conciencia y que ambas están interrelacionadas en formas aún desconocidas.
Algunos científicos han postulado que lo que consideramos conciencia está hecho de eventos de física cuántica a microescala y otras «acciones fantasmales a distancia», que de alguna manera revolotean dentro de nuestros cerebros y generan pensamientos conscientes.
El destacado físico y premio Nobel 2020, Roger Penrose, ha explorado la relación entre la mecánica cuántica y la conciencia humana. En su libro «La Nueva Mente del Emperador«, Penrose argumenta que la conciencia humana no es algorítmica y que se origina en fenómenos cuánticos impredecibles en lugar de seguir patrones predecibles.
Penrose cuestiona si nuestros cerebros funcionan exclusivamente a través de procesos matemáticos predecibles o si la conciencia implica un libre albedrío real, la capacidad de tomar decisiones significativamente diferentes.
El estudio del libre albedrío se ha explorado durante siglos en la filosofía, pero su conexión con la física es más reciente. Penrose sugiere que la conciencia no es estrictamente causal debido a fenómenos cuánticos impredecibles que desafían la física clásica.
Investigadores como Johannes Kleiner y Sean Tull han seguido el trabajo de Penrose y desarrollado la Teoría de la Información Integrada (TII), que sostiene que la conciencia no es exclusivamente biológica, sino un valor matemático (phi) que se puede calcular incluso en el universo en su conjunto. Según afirman, si el cerebro humano tiene sistemas interrelacionados, el universo, con su complejidad, también debe tener una cantidad significativa de conciencia.
No importa lo más mínimo si no te crees nada de esto. Mira al cielo una noche estrellada y piensa algo: ¿No sería el mundo mucho mejor si realmente todos pensáramos que somos UNO?
Cuanto menos, merece la pena abrir un poquito la mente y estar abiertos a nuevas formas de ver el mundo y la vida. La búsqueda de una comprensión más profunda de la Divina Conciencia continúa siendo un viaje espiritual vital. ¡Y precioso!