La reactividad emocional es un término utilizado en psicología para describir la tendencia de una persona a experimentar emociones intensas y reaccionar de manera exagerada a situaciones estresantes o desafiantes. En este artículo, exploraremos más a fondo la definición de reactividad emocional y cómo puede afectar la salud mental y emocional de una persona.
Reactividad emocional
Todos tenemos emociones. Emociones vividas en diferente intensidad. Pero, en mayor o menor medida, reguladas. La definición de reactividad emocional en psicología puede entenderse como una tendencia a vivir de manera más intensa cualquier emoción, buena o mala. Esta reactividad emocional en ocasiones puede suponer un problema en nuestro día a día, no solo para convivir con otras personas, sino para nuestra propia estabilidad emocional.
Quiero explicar este concepto de reactividad emocional porque me parece interesante enfocarse en el terreno de la alta sensibilidad.
¿Qué es la alta reactividad emocional?
Se puede definir como una respuesta emocionalmente exagerada hacia un hecho. Si eres una persona con alta reactividad emocional, es posible que situaciones que provocan ira y otras emociones tengan un impacto negativo para ti.
Reactividad emocional, ejemplo:
María tiene alta reactividad y discute con su pareja. Realmente no hay motivos para ello, pero esa discusión ha hecho que reaccione de manera desproporcionada. De ahí pueden venir gritos, reproches o violencia. Y de ahí, un gran remordimiento después, cuando, pasada la situación, se puede tener otra visión de las cosas.
En este caso, María sabe que ha actuado de manera desproporcionada porque se concibe bien. Sin embargo, hay personas que nunca lo reconocen y lo que hacen es justificar ese “estadillo” a modo de defensa
¿Cuáles son las emociones reactivas?
Las emociones reactivas o secundarias son las que se encuentran estrechamente relacionadas con esta reactividad emocional o manera desproporcionada de responder ante un evento, pensamiento o palabra.
Son una combinación de emociones primaria y suele enmarcarse en: Vergüenza,culpa, placer, celos y orgullo.
Dentro de estas emociones pueden enmarcarse otras emociones reactivas como ejemplos: resentimiento, ira, reproche, disgusto, etc..
¿Cómo trabajar la alta reactividad emocional?
A la hora de trabajar las emociones y de alguna forma, controlar ese “estallido emocional” podemos recurrir a diferentes consejos.
Escucha activa
La primera estrategia para reducir la actividad emocional es escuchar de manera activa. No escuchar lo que quieres en realidad para “estallar”.
Debes aprender a recibir el mensaje que la otra persona quiere decirte en verdad. En la mayoría de veces esa persona no querrá dañarte, ni estará hablando con segundas intenciones.
Observa tus pensamientos y sentimientos sin juicios. Y en el peor de los casos, si esa persona realmente quiere hacerte daño de alguna manera, empatices con esa energía de odio. Obsérvala y déjala ir. Realmente no va contigo.
Pregúntate esta serie de cuestiones:
¿Cuál es la experiencia que están compartiendo?
¿Qué quiere decir?
No te montes películas
Una de las habilidades que casi todo PAÍS tiene es montar auténticas películas a base de un simple gesto o de un simple comentario. Una vez más, este tipo de hechos no siempre tiene el objetivo de ofender.
En el momento en el que empieces a sentir ira, rabia o frustración de algún tipo es cuando vas a sentir que esta persona quiere atacarte. Suposiciones que no sabes si son realmente ciertas y en el caso de que así lo sean, solo tú tienes el control de decidirte si te afecta o no.
Escucha lo que la otra persona quiere decir y en lugar de imaginar, pregúntele más para saber si lo has entendido bien.
Respira
Respira profundamente antes de contestar o lanzar un grito. De esta manera te relajaras y veras como el oxígeno y la vibración recorre tu cuerpo generando endorfinas.
Si esto te cuesta, pide un minuto y sal a la calle a pasear o asómate por la ventana para respirar aire fresco. No es momento de contestar y lo sabes bien.
Identifica tus factores desencadenantes
La reactividad emocional es difícil de controlar. Pero, normalmente, existen ciertos desencadenantes que puede advertirse que el estallido está cerca.
Si, por ejemplo, te vas a encontrar con esa persona que solo hace que observarte cuando haces algo o decirte que vayas más rápido. Ves preparado, advierte antes de comenzar la tarea que prefieres hacerlo solo, sin miradas y que lo harás lo mejor que puedas.
Si vas a encontrarte en una reunión familiar con ese cuñado gracioso que se ríe de tu última colección de poemas publicada, prueba en regalarle uno de tus libros y preguntarle qué es lo que a él le hace sentir bien. Seguramente se quedará sin palabras el resto de la noche pensándolo.
Aprende a comunicarte
Hay cientos de conversaciones que se convierten en peleas en minutos por no saber comunicarse de manera adecuada. La comunicación asertiva te ayudará a comunicarte con sosiego, escuchando e intentando controlar tus emociones en todo momento.
Usa palabras como: Cuando tú … Yo siento … Porque … Quiero …verás como la comunicación cambia de vertiente.
No olvides recargar las pilas
Una persona con alta reactividad emocional acaba literalmente agotada por la noche. Si a esto le sumamos el rasgo PAS puede ser una obligación descansar bien. No solo para la mente sino para el propio cuerpo.
Duerme al menos 7 horas, medita y ten tus ratos de soledad. Es la manera que tenemos de recargar la batería.
En resumen: ¿Cómo trabajar la reactividad emocional?
- Escucha activa
- No te montes películas
- Respira
- Identifica tus factores desencadenantes
- Aprende a comunicarte
- No olvides recargar las pilas